Fotógrafa y mamá de dos preciosidades, Candela y Rafael.
Me gusta cuidar los detalles, que mis clientes estén cómodos, que se sientan como en casa y la sesión se convierta en una experiencia bonita y divertida.
Me hace feliz ver que los niños que acompañan a sus mamás a hacer las fotos de embarazo o newborn también se lo han pasado bien y han disfrutado de la sesión.
Cuando era niña y me preguntaban qué quería ser de mayor, yo contestaba que quería «ayudar a nacer bebés».
Fue mi padre el que, cuando cumplí 11 años, me regaló mi primera cámara y, sin proponérselo abrió para mí una puerta maravillosa.
Desde ese día, he vivido intensamente esta doble pasión: la fotografía y el mundo de los recién nacidos y la maternidad.